Los animales de compañía pueden mostrar conductas problemáticas para sus propietarios o conductas que suponen un peligro para las personas, para otros animales o incluso para ellos mismos. Algunas de estas conductas son expresión de su naturaleza o el resultado de un aprendizaje, mientras que otras son reflejo de un malestar físico o emocional. Ejemplos de estas conductas son: vocalizaciones excesivas, agresión, destrozos, eliminaciones en lugares inapropiados, miedos, etc.
Identificar la naturaleza del problema y tratarlo lo antes posible es clave para:
- proteger el bienestar de los animales
- proteger su relación con nosotros y otros animales
- evitar denuncias y otros problemas derivados de la conducta del animal.
En qué consiste
El primer paso es concretar el día y el lugar de la visita. La primera visita consiste en una recogida detallada de datos sobre el problema, mediante una entrevista y la observación directa del comportamiento. En algunos casos, podría ser necesaria la aportación de videos así como de algunas pruebas veterinarias (analíticas de sangre, de orina, etc.). Todo esto permitirá alcanzar un diagnóstico, hacer un pronóstico de la conducta problemática y una valoración de los riesgos relacionados.
En algunos casos, en la primera visita, será conveniente la presencia simultanea del veterinario etólogo y del educador.
A partir de este momento se planifica el tratamiento. Cada tratamiento es individualizado y adaptado a las características del caso. Entre las posible medidas hay:
- Pautas de manejo y gestión del animal y de su espacio
- Trabajos de educación y modificación de conducta
- Utilización de fármacos, nutracéuticos y feromonas.
Más allá de este listado puede haber otras medidas que en algunos casos pueden ayudar a mejorar la conducta del animal.
La duración del tratamiento varia en función de cada caso. Durante este proceso serán necesarias varias sesiones de seguimiento que se concretarán según la evolución.
Dónde se realizan
Habitualmente tanto las primeras visitas como los seguimientos suelen ser presenciales, normalmente en el domicilio donde vive el animal y en su entorno. En algunos casos concretos la primera visita o algún seguimimento se pueden realizar por video-consulta (vía Skype, Whatsapp, Zoom, etc.).
Tarifas
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